El Cortijo Abruvilla, situado en el Parque Natural de Sierra Nevada a 1.300 m. de altitud en el término de Abrucena (Almería), al lado del Parque Nacional, le ofrece un gran confort y acogimiento, además ser un lugar ideal para el descanso por su ubicación en alta montaña. Cuenta con espectaculares vistas hacia la sierra, el Valle del Alto Nacimiento y los pueblos de alrededor.
La Abubilla es una cortijada con varios siglos de antigüedad (su construcción se remonta, probablemente, a la época morisca), alzada sobre un rellano en la escarpada vertiente de la cara nororiental de Sierra Nevada. Por esta situación, desde las inmediaciones de la cortijada se contemplan los pueblos de Abrucena, Fiñana y Abla, además de una espectacular panorámica de la cara norte de Sierra Nevada. La cortijada se encuentra a 4 km del pintoresco pueblo de Abrucena, de corte morisco.
El Cortijo Abruvilla, adosado a la cortijada, fue restaurado en 1.999 respetando los estilos tanto arquitectónicos como decorativos de esta zona. Así, la fachada está construida con pizarra de la zona y el interior decorado con aperos de trilla, labranza y forja antigua. Tiene una superficie de 72 m².
Se abastece con energía solar, respetando así el medio ambiente. La energía solar permite utilizar electrodomésticos de consumo bajo-medio como una radio o un secador, pero no, por ejemplo, un calefactor.
También tiene un aislamiento térmico mediante placas de corcho contra el frío y el calor, que ayuda además a mantener el calor en el interior en temporada de invierno.
Casa La Solé es una casa tradicional de Abrucena, un pueblo construido en una pendiente de una ladera de la cara norte de Sierra Nevada. La casa se ubica en la parte alta del pueblo, y es por ello que desde esta privilegiada posición se aprecia la magnífica vertiente de Sierra Nevada, cuya cumbre permanece nevada desde los meses de otoño hasta pasada la primavera, además de los pueblos de Abrucena, Abla y Fiñana.
La casa ha sido restaurada al estilo alpujarreño para ofrecer una experiencia de lo auténtico combinada con el comfort actual. Sus anchos muros de piedra, que llegan a veces a un metro de espesor, constituyen un sistema térmico inmejorable ya que conservan el calor en invierno, a la vez que aislan del mismo en temporada estival. Todo esto, combinado con modernas tecnologías como el internet inalámbrico wi-fi, hacen de la casa un lugar idóneo para relajarse durante unos días a la vez que permanecemos “conectados” con nuestra familia, amigos o incluso nuestro trabajo.