El mirador de la cigüeña

Rodeado de una bonita fresneda con vallas de piedra seca, en el Parque Nacional y Natural de la Sierra de Guadarrama, se esconde el pequeño pueblo de Cabanillas del Monte, el lugar donde vivimos y tenemos nuestro centro de operaciones: la casa rural El Mirador de la Cigüeña ( üeña.es) y nuestra empresa de servicios ambientales Tenada del Monte ( ). Es el único pueblo de los alrededores de Segovia que aún conserva en buen estado estas vallas, prados y fresnos. En el resto de los pueblos se los llevó el ladrillo...

La casa es de arquitectura tradicional con fachada de mampostería de piedra, rejería de forja antigua y techos con vigas de madera. La decoración es de estilo rústico pero con las comodidades necesarias para una estancia grata y tranquila. 9 plazas distribuidas en 5 habitaciones (4 dobles y 1 individual) con posibilidad de acomodar dos camas supletorias, aumentando la capacidad a 11 plazas. A su vez, cuenta con 4 cuartos de baño, uno de ellos incluido en una habitación. Entre los espacios comunes, destaca un acogedor salón-comedor con chimenea para disfrutar de la familia y los amigos durante el invierno y un cuidado jardín con porche equipado con el mobiliario adecuado para disfrutar del buen tiempo al aire libre. También dispone de un cenador con barbacoa donde podrá disfrutar de agradables veladas. La planta baja está adaptada para personas con discapacidad física, se pueden consultar las características técnicas en la guía de alojamientos turísticos accesibles de la Junta de Castilla y León. La calefacción y el agua caliente son por gasoil y regulable mediante termostatos.

A tan sólo 8 Km de Segovia y de La Granja de San Ildefonso, desde nuestra casa rural hay unas hermosas vistas a la Sierra de Guadarrama, con la silueta de la Mujer Muerta como referencia y la torre de la catedral de Segovia. Desde nuestro balcón se contempla la iglesia románica de San Miguel, pequeña y coqueta, en cuya torre cría nuestra vecina la cigüeña. A escasos doscientos metros está el rancho de esquileo, declarado Bien de Interés Cultural y por el que nuestro pueblo es conocido. Sus muros han escuchado las voces de esquiladores y el sonido de las tijeras cortando la lana a miles de ovejas.

Y qué decir de su entorno, la tranquilidad y el sosiego son sus señas de identidad. Dando un paseo por los alrededores podemos ver y escuchar las vacas que aún hoy pastan por la dehesa y los prados cercanos, disfrutar de una gran variedad de especies vegetales y escuchar los cantos de multitud de aves diferentes que habitan en la espesura y los campos abiertos. Además, es posible ver los cielos estrellados y disfrutar de la identificación de las distintas constelaciones. Y si quieres, puedes escuchar el silencio. Todo en uno.

En primavera, el agua está por todos lados, procedente de la cacera de San Medel, obra de ingeniería de época medieval. Narcisos primero y orquídeas después, tapizan los prados. Si en esta época estás en el porche de la casa rural de noche, podrás escuchar al ruiseñor y un poco más avanzada la estación y en verano, al autillo. En las noches húmedas, los coros de sapos y ranas amenizarán las veladas.

El Mirador de la Cigüeña está recomendada por la Guía de El País Aguilar: Los 1000 mejores alojamientos rurales de España 2009 y 2010. Asimismo está clasificada con Cuatro Espigas de las cinco posibles por ASETUR (Asociación Española de Turismo Rural). Hace poco tiempo hemos obtenido la certificación CERES-ECOTUR como Casa de Turismo Rural Ecológica.