El Rincón de Babia

¿Aún no conoces la Posada Real El Rincón de Babia? Esta casona te encantará, primeramente por el lugar privilegiado donde se encuentra ubicada, la Reserva de la Biosfera y Parque Natural de Babia, de camino al nacimiento del Sil. Y en segundo lugar, te sorprenderá por su estilo tradicional y rústico, en piedra, madera y pizarra, pero con infinidad de detalles que le confieren personalidad y denotan el mimo con el que ha sido rehabilitada.

Este hotel rural ha sido reconocido con la excelencia turística de la Junta de Castilla y León, con la marca de Posada Real.

El amplio jardín te dará la bienvenida, deseando que compartas con él tus momentos de reposo y divertimento. A través de él se accede a la vivienda, que conserva su típica arquitectura "de patín”. En verano, podrás relajante entre montañas y con el murmullo del río Sil de fondo.

La posada dispone de un total de 10 habitaciones, 6 dobles standard, 3 dúplex, y 1 doble especial, cada una con un estilo diferente y con una original y esmerada decoración, fruto de la imaginación rural. Las habitaciones tipo dúplex son ideales para padres con niños, ya que están divididas en 2 niveles, confiriendo cierta intimidad al dormitorio en el nivel superior.

Su salón con chimenea invita a la tertulia, siguiendo la larga tradición de las montañas leonesas del calecho y el filandón (tertulia nocturna fruto de la tradición oral).  Consta de varias zonas diferenciadas, amplias y acogedoras. Un espacio propicio para la charla, la complicidad, o simplemente la tranquilidad, descanso o lectura. WIFI Gratuito.

En nuestro comedor podrás degustar los placeres de la comida casera, elaborada con productos naturales y con el sabor de antaño, aunque Rosa se encarga de darle siempre su toque original a cada plato. La Posada Real El Rincón de Babia ofrece desayunos y cenas, para poner el broche a una jornada de ruta. También se ofrece servicio de picnic bajo petición.

Pero... La Posada Real El Rincón de Babia, además de un hogar, es un enclave de excepción: es la belleza de sus paisajes, que aún se conservan intactos, y sobre todo sus gentes, que invitan al viajero a conocer sus rincones y escondites.

¡Para quedarse en Babia!